Moneda corriente en este campeonato de desempeño mediocre, el "Millonario" saltó a la cancha dormido y el Tomba consiguió el tempranero gol gracias a la ajustada definición de Iván Borghello, tanto que sería el de la victoria para el urgido equipo mendocino.
River mostró lo poco de siempre con Buonanotte participativo pero ineficaz a la hora de convertir, un Mauro Díaz que siempre recibió de espaldas e incómodo y que fue anulado sin demasiado esfuerzo por el rival. ¿Que pretende Gorosito ubicando a Díaz por ese sector? Pregunta sin respuesta por ahora.
River mostró lo poco de siempre con Buonanotte participativo pero ineficaz a la hora de convertir, un Mauro Díaz que siempre recibió de espaldas e incómodo y que fue anulado sin demasiado esfuerzo por el rival. ¿Que pretende Gorosito ubicando a Díaz por ese sector? Pregunta sin respuesta por ahora.
Con Galmarini y Abelairas desprolijos en el manejo y distribución del balón y un Fabbiani en soledad River dejó escurrir los minutos como arena entre los dedos y dejó escapar la chance de sumar con miras a la Copa Libertadores del 2010.
En la segunda etapa los ingresos de Robert Flores y Augusto Fernández presuponían más peso en ofensivo pero lejos estuvo eso de suceder.
Así todo Fernández tuvo un rapto maradoniano y por la derecha armó una jugada personal, apilando jugadores rivales para finalmente definir a lo "Augusto", desviando el remate final cuando había quedado cara a cara frente a Nelson Ibáñez golero de Godoy Cruz.
El final fue a puro coraje gracias a Nicolás Sánchez abanderado del empuje desde el fondo a un equipo soporífero capaz de hacerle conciliar el sueño a un enfermo de insomnio.
No fue suficiente porque en a pesar de vivir en época de epidemias y pandemias la mayoría de los jugadores del actual River son inmunes al contagio de la garra y el buen fútbol, entonces no extrañó que la derrota se hiciera presente, esta vez en Mendoza y ante Godoy Cruz.
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