Siempre hay una primera vez, y esa vez fue el 21 de marzo de 2010, el día que se suspendió un superclásico por adversidad del clima.Es cierto que la cancha de Boca recibió de forma continua lluvia desde las 11 horas del domingo hasta el momento que Baldassi decidió parar las acciones del juego.
También es cierto que la desorganización por parte de Boca fue evidente, y llamó la atención como una cancha que se caracterizó en los últimos años de ser una de las mejores en drenar el agua se haya transformado en una laguna en un abrir y cerrar de ojos.
Cuenta una versión que entre otros desmanejos que tiene la presidencia de Jorge Ameal estuvo hace muy poco la remoción del ingeniero responsable del mantenimiento del césped de la Bombonera, el cual fue reasignado a otras tareas.
Nos queda la bronca a todos aquellos que concurrimos el domingo y nos vimos privados de disfrutar uno de los mejores espectáculos deportivos de la Argentina.
Nos queda también el sabor amargo de saber que todo esto se podría haber evitado.
1 comentario:
En efecto se podía haber evitado y jugado como a esa misma hora en Remedios de Escalada a pocos kilometros de allí lo hizo Talleres que jugó un partido oficial sin mayores problemas.
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