El paupérrimo arranque de campeonato ha generado un cortocircuito impensado a esta altura del torneo.
En el seno del plantel millonario todos niegan el distanciamiento que viene creciendo en las últimas semanas entre Marcelo Gallardo y Leonardo Astrada.
Los malos resultados del equipo y la exclusión del equipo titular del experimentado jugador por parte del entrenador millonario ha generado un malestar que se respira en el aire y se percibe con facilidad.
Astrada considera al "Muñeco" un jugador importante el cual puede aportarle juego en ofensiva
a un equipo sin materia gris en ataque.
Pero el entrenador no confía en la capacidad física de un Gallardo que se sabe de buena parte a este tiempo no logra mantener un estado óptimo en forma continua.
Por eso no sorprendió que el enganche no estuviese en el equipo titular ante Gimnasia e Independiente.
Esta situación molesta de sobremanera al jugador que es conciente de los problemas musculares que lo aquejan permanentemente. Aun así no logra disimular la disconformidad de sentarse en el banco de los suplentes.
El fastidio y cansancio de Gallardo tiene se sustenta en el bajísimo nivel que han mostrado Mauro Díaz y Rodrigo Rojas los compañeros que Astrada ha elegido para reemplazarlo.
La bronca viene desde el partido ante Arsenal (1-1) cuando despues de empatar el encuentro con un gol de tiro libre el técnico lo sacó de la cancha.
El malestar continuó en el partido con Gimnasia con un Gallardo que saltó a la cancha en el arranque del segundo tiempo y fue líder futbolístico y espiritual para llegar a un empate agónico.
La derrota con Independiente fue un basta para Gallardo, agobiado de tener que saltar a la cancha para arreglar resultados adversos producto de la confianza de Astrada en otros jugadores.
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Un abrazo riverplatense
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