La pasión de la hinchada de River en la Bombonera se hizo presente. La lluvia terminó jugando en contra del superclásico en un campo de juego con fama de tener un buen drenaje pero que no resistió el agua que cayó del cielo.
Apenas diez minutos de cronómetro y seis de juego neto en una fecha que quedará registrada como la primera en la historia de los River-Boca en el que fue suspendido un partido por lluvia.
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