Debutó el 23 de enero de 2006, en los albores de la segunda etapa de Daniel Passarella como entrenador de la banda roja en el 5 a 0 a Tiro Federal, encuentro disputado en cancha de Rosario Central.
La aparición de "El Negro" había ilusionado a todos los hinchas de River por ser un jugador electrizante, dinámico y atrevido por el sector derecho del ataque.
Con el correr de los años Augusto Fernández en un entorno deplorable institucional y futbolístico, se fue desdibujando y desvalorizando por errores propios, bajos rendimientos y lesiones menores que lo fueron llevando a la intrascendencia.
Pretendido por Atlético de Madrid y Lazio entre otros clubes, Augusto Fernández vivió su estadía en River en forma oscilante entre ser el eterno jugador a punto de irse al exterior y la promesa que de crack que nunca encontró la plenitud absoluta.
El otra vez -y ya perdimos la cuenta- presente angustiante precipitó la salida apurada sin saludar ni agradecer del volante nacido en Pergamino a un destino extraño como el Saint Ettiene, equipo menor de la liga francesa.
Una mirada crítica sería pensar que el jugador abandona el barco en medio de la tormenta, otra podría ser que el barco se hundió tantas veces que Augusto harto de vivir de naufragio en naufragio, decidió dejar de navegar por las turbulentas aguas de River Plate.
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