Tristeza, bronca y fiesta aparte

Tarde lluviosa, tarde triste. Así comenzaba el domingo en el Bajo Flores.
Minutos antes de comenzar el partido el cielo se abrió y la lluvia paró, pero la tristeza de la tarde recién asomaba.
Segundos le llevó al “Cuervo” romper el cero, precisamente 30. Minuto y medio después volvió a golpear por intermedio de Adrián González. No se entendía lo que sucedía, en 5 minutos de juego San Lorenzo ya estaba arriba por dos.
Bronca porque el juego de River no daba muestra de una posible reacción. La defensa nunca estuvo a la altura del clásico. Errores que se pagaron más que caros.
Una nueva desatención en el área propia derivó en el gol de Bottinelli. Increíble, San Lorenzo con nada le ganaba a River 3 a 0.
El “Millo” descontó por medio de Buonanotte gracias a un error grosero del arquero Agustín Orión. El balón se le escabulló entre las manos.
Como si fuera poco, cerca del cierre de la primera etapa, Gonzalo Bergessio, ganándole una pulseada a Nicolás Sánchez, remató incómodo para colocar el 4 a 1 transitorio.

El segundo tiempo fue protocolar porque era visible que este River no iba a reaccionar. Y así fue, ni el ingreso del “ogro”, ni con el debut del nuevo viejo Marcelo Gallardo, consiguió meterse en el partido.
Silvera liquidó el pleito mediante otro error del propio conjunto millonario.
Ni el más optimista hincha del “Cuervo” se imaginaba este desenlace, y menos de algún pesimista hincha de River.
Final triste, San Lorenzo goleó 5 a 1 a River Plate.

Lo anecdótico: la gente se quedó alentando y cantando 20 minutos luego de finalizado el encuentro, agitando sus remeras y banderas. Una fiesta aparte.