Castigado por su indisciplina Ariel Ortega al saber que ni siquiera formaría parte del banco de suplentes dejó la concentración.
Por estas horas Daniel Passarella y Leonardo Astrada evaluan que medidas tomar con el "Burrito" que tomó de mala manera la decisión del entrenador que lo desafectó del plantel.
Hoy por la mañana entrenó a puertas cerradas en el estadio Monumental a la par de los jugadores que no participaron del partido ante Rosario Central.
Es el futuro de Ortega una gran incógnita porque el 30 de junio su contrato vence, y sus problemas de salud interfieren con la continuidad que un futbolista profesional necesita para mantenerse competitivo.
"Freezer por tres o cuatro partidos" es la frase que suena en los pasillos del estadio, una medida liviana para que sienta el delantero la falta de lo que más le gusta: jugar al fútbol.
Un detalle no menor es la edad de Ariel Ortega próximo a cumplir los 36 años y cerca del retiro de la actividad profesional la gran pregunta es que hará el jujeño cuando se acabe el fútbol en su vida.
1 comentario:
Ortega y la puta que te pario.
Basta del borracho.
Yo querìa a burro jugador y no al que se cree jugador y no hace nada como en los ùltimos años.
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