 Consumada la catástrofe de la derrota ante Brasil y descartado el Monumental por el pésimo estado del césped, sus tribunas descoloridas y el gélido público que no alienta, frío distante, el entrenador de la selección Nacional se encuentra en la búsqueda desesperada por encontrar un estadio con un hinchas a 451 grados farenheit que apoyen al elenco albiceleste.
 Consumada la catástrofe de la derrota ante Brasil y descartado el Monumental por el pésimo estado del césped, sus tribunas descoloridas y el gélido público que no alienta, frío distante, el entrenador de la selección Nacional se encuentra en la búsqueda desesperada por encontrar un estadio con un hinchas a 451 grados farenheit que apoyen al elenco albiceleste. Es que la derrota 1-3 ante la verdeamarela dejo desconcertados a propios y ajenos y por estas horas Maradona se encontraría desorientado y deprimido por la estrepitosa caída.
En el entorno del "10" nadie se anima a decirle la verdad acerca del equipo y los defectos que no se pueden disfrazar con ningún estadio y su gente, ya que para jugar bien y ganar es necesario armar un equipo que funcione como tal.
Lo que muchos se preguntan acerca de Maradona es si todavía mantiene el orgullo por la frase que disparó a los medios previo al choque con Brasil: "Todo esto esto es gracias a los jugadores, ellos lo querían y lo consiguieron". 
 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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