Pegó primero, pegó dos veces

El que pega primero pega dos veces reza el refrán y no falta a la verdad. Es que River sorprendió a un Vélez sin reacción.
El tempranero golazo de Alexis Sanchéz dejó paralizado al equipo de Tocalli y como si fuera poco cuando aun no terminaba de asimilar el impacto la defensa del local durmió la siesta y en una contra vertiginosa Matías Abelairas habilitó a Radamel Falcao quien burló la trampa del fuera de juego. El colombiano con pelota dominada enfrentó mano a mano a Montoya y con un toque sutil puso al millonario dos goles arriba.
Estupor total en el José Amalfitani, es que ni el más optimista hincha de River hubiera imaginado semejante diferencia en apenas once minutos de juego, ni siquiera aun el más pesimista del Fortín.
Es que el local llegaba al duelo invicto y puntero, como si fuera poco, antes de los tantos de River el equipo que conduce Tocalli tuvo una chance neta para abrir el marcador.
Balvorín fusiló de cabeza a un Carrizo que estuvo estupendo enviando el balón al corner cuando las gargantas de los hinchas rivales ya gritaban gol.
Pero de inmediato River buscó y encontró los goles y los roles se invirtieron y el Millo pasó de dominado a dominador, tónica que se mantuvo durante la primera parte.
El mediocampo y la última línea velezana entró en un desconcierto generalizado y River al menos
lo aprovechó en el trámite del partido.
Entre Alexis, Buonanotte, Falcao y Rosales se hicieron un festín con el fondo local. Con el pitazo de Laverni marcando el final del primer tiempo el 2 a 0 terminó siendo exiguo.
Es que Rosales dispuso de dos oportunidades para estirar la ventaja y en ambas apareció Montoya para impedir la goleada catastrófica.
En el complemento River debió soportar el asedio del conjunto local que dispuso de varias oportunidades para achicar la cuenta pero las intervenciones de Carrizo y la falta de puntería de Balvorín y los demás delanteros hizo que el resultado no se moviera.
El partido se fue ante la impotencia de un Vélez que nunca encontró resquicio alguno para perforar la sólida defensa de un River que se conformó con lo hecho en el primer tiempo.
Un River que con lo hecho en los primeros minutos le alcanzó para subirse a la cima del campeonato y también para seguir alimentando la ilusión de volver a ser campeón






Patricio García Rudi