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miércoles, 14 de abril de 2010

Slim y un negocio que aún no está claro


Poderoso y multimillonario es Carlos Slim y ostenta el título de ser el hombre más rico del mundo y el primer latino en obtener ese galardón.
Mexicano y magnate con una fortuna estimada en 67 mil millones de dolares entre sus tantas empresas se encuentra Claro la compañía de telefonía celular ex-CTI- que compite en el mercado con los precios más bajos.
Es sabido que las cuentas están en rojo fulminante y que el gran problema que padece la institución es la nula capacidad económica para poder adquirir jugadores de categoría para darle el salto de calidad que el club necesita de manera imperiosa.
Passarella declaró que el dinero fresco para sumar nuevos jugadores podría llegar de la mano de un fondo común de inversión.
Aquellos que saben de cuestiones de ingeniería económica afirman que reglamentar ese mecanismo demandaría al menos 12 meses. Demasiado tiempo para las urgencias de este River desahuciado.
Es por eso aunque muchos lo nieguen suena cada vez más fuerte el apellido de Slim asociado al patrocinio del estadio Monumental a través de Claro.
Es un misterio todo el asunto porque se mantenido en secreto al menos desde la palabra oficial la posibilidad cierta del citado acuerdo.
Más allá del entusiasmo que puede generar la chance del ingreso de cifras millonarias que permitirían reforzar un plantel diezmado la situación requiere precaución.
Los antecedentes de Carlos Slim en el mundo de los negocios en su país de origen dan cuenta de un hombre que compra empresas deterioradas y con poco valor para luego revalorizarlas.
Su participación en los clubes del fútbol azteca nunca terminan de ser totalmente transparentes y en muchos casos han quedado más como amagues y buenas intenciones que en realidades concretas.
Lo que es innegable es que el hombre es un pulpo acaparador de empresas, ávido de poder y acumulación insaciable y lejos es tá de sentir amor a la camiseta de la banda roja en un negocio que todavía no está claro.

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