La desgraciada lesión en el tobillo que sufrió Juan Pablo Carrizo en la pretemporada le permitió a Leandro Chichizola defender el arco de River. Las incógnitas acerca de la respuesta que tendría el joven guardavalla quedaron develadas, al menos en estos cuatro partidos.
La valla invicta en el arranque del torneo lo colocó en un lugar de privilegio para la historia millonaria.
Nunca antes un arquero surgido de las inferiores había podido sostener el cero durante 360 minutos desde su debut.
Con la vuelta de Carrizo, el gran dilema ahora está en la cabeza del entrenador quien deberá decidir entre este -titular, figura y referente- al momento de la lesión o sostener a Chichizola, que ha respondido en gran nivel, para acrecentar la confianza otorgada.
Juan José López respetaría el puesto que Carrizo ha sabido ganarse en la cancha y el lugar que el golero tiene dentro del grupo, que es de ascendencia e influencia notoria dentro del plantel.
Aunque deberá tener un sólido rendimiento, sin grietas ni falla alguna porque al acecho esta Chichizola quien demostró condiciones de sobra y a Jota Jota no le temblaría el pulso al tomar la decisión de quitarle la titularidad.
Sabe todo River de los planes que Carrizo tiene para la continuidad de su carrera.
La intención del futbolista una vez finalizado el préstamo es retornar a Europa, ya que River no estaría dispuesto a desembolsar la suma que pide la Lazio, club dueño del pase.
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