Fue una tarde de verano en Edmonton, Canadá el "Burrito" Ortega volvió a calzarse la camiseta de River después un año en que exiliado a Independiente Rivadavia de Mendoza debió partir.
Un solo hecho concitaba la atención de todos los hinchas y Ortega frotó la lámpara, develó las incógnitas acerca de su presente y River volvió al triunfo.
1 comentario:
Con el Burrito no sólo volvió la alegría, sino que fundamentalmente volvió la mística riverplatense.
Un fuerte abrazo
Nicolás Carrizo
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