Desde el banco de suplente Gallardo dijo adiós

49.420 personas, pagaron su entrada para ver al "River de Cappa", que se despedía de este torneo, luego de un par de resultados positivos y un nuevo estilo de juego, sobre el césped y siempre intentando jugar el balón de forma prolija y segura.
Pero no sólo se despedia este equipo de su gente, si no que también, este partido tenía un condimento especial, que hizo que muchos de estos hinchas concurran al estadio, era el último partido de Marcelo "el Muñeco" Gallardo, vistiendo la camiseta del más grande.
Gallardo hizo uso del micrófono de la conferencia de prensa el día jueves y declaró que éste era su último encuentro jugando para River, y que entendió el mensaje del entrenador, que para ese puesto ya tenía claro quién era el dueño. y que por esta situación, el daba un paso al costado.
Pero lo que iba a ser una fiesta, se vio arruinado por la paliza futbolística que le dio a este River, el Tigre de Carusso, que antes de los 25 minutos, ya ganaba cómodamente el partido 3 a 0.
Al comienzo del segundo tiempo, don Angel Cappa, realizó 2 variantes, para ver si se podía dar un golpe de timón, ingresaron Diego Buonanotte, y el paraguayo Rodrigo Rojas, y sólo le quedaba una variante. Mensaje claro, se comentaba por el Monumental, "deja un solo cambio para que entre el Muñeco"... , pero esto no aconteció, ya que faltando 20 minutos, el saguero central, Alexis Ferrero, sufrió una lesión que lo obligó a salir del terreno de juego. Claro, con el partido 5 a 1 , el entrenador, eligió mantener la línea de cuatro en el fondo, para no sufrir una goleada histórica, y dejó sin la posibilidad al Muñeco de despedirse en cancha, y a la gente sin la chance de corear su nombre y de manifestarle el amor que el hincha le tiene a un jugador, que más allá de no haber tenido un buen retorno desde el fútbol estadounidense, ganó 8 títulos con esta camiseta, y que resignó dinero desde su contrato, que solo cobraría por partidos jugados.
Aún no se entiende la decisión de Cappa, de poner al ídolo en cancha y resguardar el arco de Vega, que ya por ese entonces estaba más lastimado que el corazón de Gallardo, cuando vio el cartel indicador con el número 2 en verde, indicando que ya no tenía chances de despedirse de su gente.
En fin, la fiesta que se esperaba en el Monumtal, no se pudo concretar, primero porque el Muñeco no entró y segundo porque el Tiki Tiki dejó más dudas que certezas, lo único que está claro, es que River, otra vez volvió a ser River .

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