En el entretiempo del partido con Huracán camino al vestuario, dentro de la manga inflable Danilo Gerlo le recriminó a Falcao por cierto individualismo en su juego.
La queja del defensor fue subiendo de tono y tenor hasta que el colombiano estalló y lo encaró para responder al reclamo.
Los jugadores se pusieron cara a cara y el incidente que después de algún que otro mutuo empujón- cuando amenazaba con terminar en golpes de puño terminó gracias la intervención de Oscar Ahumada quien logró separarlos y calmar los ánimos hostiles.
UN EQUIPO DESPEDAZADO EN MIL PARTES
En medio de un clima violento y de voluntades resquebrajadas el River de "Pipo Gorosito" saltó a la cancha a disputar lo que restaba de un cotejo que ya estaba mal barajado.
El final es conocido, Huracán concretó en el complemento la goleada que sobre el final de la etapa inicial ya se vislumbraba.
Resultado: Gerlo tuvo una actuación decepcionante con responsabilidad directa en el segundo y tercer gol del Globo y Falcao aportó como siempre sacrificio sin gol.
Lo ocurrido en Parque Patricios es una prueba contundente que el plantel no esta dividido en dos bandos, sino que le sucede algo muchísimo peor padece una fragmentación irreconciliable en tantas partes como jugadores tiene el equipo.
¿QUIEN PUEDE ARREGLAR ESTE ZAFARANCHO?
La responsabilidad absoluta es de dirigentes y cuerpo técnico que deberan encolumnar las voluntades despedigadas de este River que para ganar un partido primero tendrá que pensarse a sí mismo y antes que nadie como hará para ser un equipo.
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